lunes, 16 de noviembre de 2015

CASO  2: ESTRELLITAS

Nicolás es un niño de  cuatro años, algo inquieto, que asiste a pre kínder en un colegio que atiende a familias de nivel socioeconómico medio alto. La profesora de su curso, la señora Mirella, se queja constantemente de él a su madre diciendo que le cuesta mantenerse sentado y concentrado en una sola actividad por periodos de tiempo largos. La mamá de Nicolás no se deja convencer, le parece que su hijo tiene una conducta normal para un niño de cuatro años y es responsabilidad de la profesora acomodarse con diferentes grados de concentración y actividad. Estas discrepancias han llevado a ambas a varias discusiones en los últimos meses, y todo empeora cuando Nicolás llega un día llorando a su casa y su mamá lo interroga para saber por qué. Entre sollozos,  Nicolás dice algo de una estrella que le quitaron por portarse mal. La mamá de Nicolás va a conversar con la profesora Mirella quien ofrece la siguiente explicación.

-              Como el curso tiene tantos problemas de conducta implementé un sistema de refuerzos. Los niños reciben una estrella cada vez que se portan bien, cuando han acumulado diez estrellas pueden llevarse a su casa la mascota del curso, el dinosaurio Waldo  - y señala un gran dinosaurio azul - .  Nicolás había recibido una estrella el lunes, pero ayer se la quité porque estaba caminando por la sala en lugar de estar sentado pintando.La mamá de Nicolás pregunta a la señora Mirella:

¿Hace cuánto que usted implemento el sistema de estrellas?

-              Unos seis meses- contesta la profesora

¿Cómo puede ser que en seis meses mi hijo nunca haya recibido una estrella? ¿Acaso en seis meses nunca se portó bien? ¿Ni por cinco minutos?

La profesora se explica:

-              Las estrellitas se dan cuando se portan bien todo el día, no basta con estar cinco minutos tranquilo. ¡No tendría gracia!

-              ¿y usted indicó a los niños de un principio que, además de dar las estrellitas, podía quitarlas? – Pregunta la mamá de Nicolás -   ¿Por qué le quitó a mi hijo la única estrella que había ganado?

La señora Mirella replica:

-              Entiendo que usted quiera que su hijo reciba elogios y refuerzos positivos, pero el sistema no sirve si las estrellas se dan por cualquier cosa yo no puedo andar regalando estrellitas a los niños, se las tienen que ganar.   Y, francamente Nicolás rara vez ha hecho algo como para ganarse una estrellita.

Ahora si la mamá pierde la calma:

El sistema tampoco sirve si usted cambia las reglas del juego.  Si usted dio la estrellita no la puede quitar.  Mi hijo está devastado, no solo porque no se gana nunca ninguna estrella, sino, además, porque, en sus propias palabras, él es tan malo que es el único al que le quitan las estrellitas.  ¿A usted le parece bien que un niño de cuatro años se considere tan malo que ni siquiera merece conservar su estrella?  Eso de quitar estrellas lo inventó usted especialmente para castigar a Nicolás.

La profesora la mira sorprendida, no atina a decir nada.  La mamá continúa:

En segundo lugar, ¿qué es eso de portarse bien todo un día?  Eso es imposible para un  niño de cuatro años, especialmente si portarse bien implica estar sentado en silencio.  ¡Por cuatro horas! No hay ningún niño de cuatro años que pueda hacer eso.

Pues sabrá usted que varios niños se han llevado el dinosaurio Waldo a su casa más de una vez, así que tan difícil no puede ser – replica la profesora orgullosamente

¿Va a juzgar a todos los niños por esos pocos? En fin, eso no me interesa. Voy a decirle algo: ahora voy a tener que llevar a Nicolás a la psicóloga, no puedo tenerlo creyendo que es malo porque no puede sentarse tranquilo una hora. Y espero que usted nos ayude, a mí y a la psicóloga, y que le dé un par de estrellas a la semana porque, si Nicolás acaba odiando el colegio por esta ridiculez, usted será la responsable.

Aunque la profesora continúa defendiendo  la adecuación de sus medidas y se despide de la apoderada con frialdad, en las semanas siguientes el niño llega a su casa con varias estrellitas en su cuaderno y, finalmente, al cabo de casi dos meses Waldo hace su entrada triunfal en el hogar.

PREGUNTA 1
La señora Mirella ha mostrado un pobre manejo de varios elementos del condicionamiento operante al diseñar sus “sistema de refuerzos “.   ¿Cuáles son y cuál es su importancia?

La  señora mirella implemente  un sistema de refuerzo tangible que en  este caso serían las estrelladas que no necesariamente son el mejor refuerzo para los niños.
Ella pone reglas claras para su clase y una de ellas es que si los niños no se portan bien durante todo el día ella aplicará un castigo por omisión de recompensa, o sea  que no dará ningún estrellara al niño.

El método usado por la profesora no es el mejor en el caso de estos niños ya que ellos no aprenden a través del castigo ya que ella lo único que logra es humillarlos y hacer competir a los niños dejando de lado cualquier aprendizaje de compañerismo que puedan tener entre ellos por ende este tipo de castigo no logra ningún aprendizaje en el niño.

PREGUNTA 2
A la mamá de Nicolás le preocupa que Nicolás un pobre autoconcepto  gracias a esta experiencia. ¿Qué fundamentos teóricos y empíricos habría para apoyar los temores de la apoderada?

La apodera va hablar con la profesora y le entrega su punto de vista diciéndole que; El Niño no aprende a través de el castigo reclamándole,  a su vez que ese tipo de método no sirve para el aprendizaje real de su hijo y que tampoco mejora su conducta, sino que más bien causa temor y destruye él autoestima de su hijo y en general de los niños.


PREGUNTA 3
La habilidad para manejar la diversidad de los alumnos en el aula es uno de los factores determinantes en la efectividad de un profesor. Es evidente que la señora Mirella tiene dificultades en este aspecto.  ¿Qué sugerencias haría usted para el manejo de la diversidad en el nivel pre escolar?


Nosotros no aplicaríamos un castigo por omisión, tampoco un refuerzo tangible, sino más bien un refuerzo intangible guiando al niño a través de las felicitaciones por ende no solo le llamaríamos la atención cuando hace algo malo sino que también destacaríamos las buenas conductas del niño.
Hay que tomar en cuenta que no todos los niños aprenden de igual manera por eso hay que tomar el tiempo de conocer a cada uno y enseñar de manera apta para cada niño.



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